Hace unas semanas en este blog os invitábamos a pensar, trabajar y planificar el día después. Una de las tareas que permite el dichoso confinamiento es reflexionar sobre la identidad visual de nuestra empresa, y es que en muchos casos la renovación de la imagen de marca se posterga hasta que tenemos tiempo para dedicarle y por nuestra experiencia siempre es algo que las compañías, tanto pequeñas como grandes, consideran importante pero nunca urgente.
Pues bien, debido a esta anómala y triste situación, ahora tenemos más tiempo para reflexionar y a ello se suma que estamos en un momento en que nuestros posibles clientes no pueden visitar nuestras oficinas, ni conocernos en una feria o evento, ni recibir una tarjeta de visita en mano por lo que tener al día nuestra logomarca, nuestras presentaciones o nuestra página web se antoja más crucial que nunca.
Hoy en día, si contamos con un buen marketing digital que la posicione correctamente, es relativamente sencillo encontrar una empresa de un sector concreto a través de Google. Pero una vez dado este paso el primer elemento diferenciador de las empresas debe ser una buena identidad visual, sólida y profesional, que aplicada correctamente en las redes sociales o en una web bien desarrollada, nos dotará de una imagen impecable de cara a nuestros futuros clientes o socios, despertando así su interés aunque no nos conozcan todavía.
Construir la identidad visual de una marca no es una tarea fácil, es un proyecto de largo recorrido como contamos en este post. Desde la creación del nombre (en caso de ser nueva) hay que dotar a la marca de un universo propio para resaltar sus atributos (también los históricos si los hubiera). Se trata de hacer un trabajo apropiado de diseño; en primer lugar, de la logomarca y, después, de las aplicaciones. Posteriormente a esta tarea debes realizar un marketing y publicidad coherentes en la misma línea.
Sin duda ninguna la mayor reticencia por parte de los clientes se encuentra en la primera fase del trabajo, pero diseñar o cambiar de imagen debe de entenderse como una inversión y no como un gasto. Hay que mirar más allá y dotar la marca de una imagen sólida y con perspectiva de futuro. Hay marcas que han rentabilizado su inversión logrando una imagen fuerte y otras cuya inversión no ha sido tan rentable por no contratar a profesionales especialistas para diseñarla y desarrollarla.
La necesidad de un Manual de Identidad Visual Corporativa
Lo ideal es que el rediseño o diseño una logomarca conlleve también la realización de un Manual de Identidad Visual Corporativa que puede ser de unas pocas páginas o decenas de ellas para grandes compañías. Este documento, además de recoger la logomarca en sus diferentes versiones (positivo, negativo, B/N, etc.), define los colores y tipografías corporativas y, al menos, todas las aplicaciones básicas de la identidad visual (presentaciones, sobres, carpetas, folios, facturas, firma email, redes sociales…).

Pero, quizás, lo más importante es que recopila las directrices para aplicar de forma uniforme y coherente la identidad corporativa en cualquier soporte online y offline. La nueva logomarca acompañará a la empresa varios años e interactuarán con ella un gran número de personas (trabajadores, agencias, proveedores…) y la mejor manera de cuidar y aplicar una marca es que todo ellos cuenten con una copia digital del manual y que esté a disposición de cualquiera en la página web. No es la fórmula de la Coca-Cola, es la mejor vacuna para mantener tu marca en sus mejores estándares.
Sencillez para identificar la marca en espacios reducidos
En los últimos años la tendencia es que los logotipos sean cada vez más sencillos y prescindir de todos los elementos superfluos. Y no es por casualidad, sino que se debe a la necesidad de identificar la marca en espacios muy reducidos como ocurre, por ejemplo, en las páginas de empresas de Linkedin. El condicionante de la falta de espacio se multiplica cuando pensamos en una web o una app en un smartphone por grande que quieran hacer el próximo Iphone 12.
El condicionante de la falta de espacio se multiplica cuando pensamos en una web o una app en un smartphone por grande que quieran hacer el próximo Iphone 12.
Para ser sincero, tengo algunas lagunas sobre los mecanismos en los que se basa el cambiante marketing digital y otro tanto me sucede sobre el mundo web, pero si algo tengo claro es que en un proyecto de este tipo el diálogo entre los diferentes profesionales y departamentos implicados tiene que ser fluido (así es como trabajamos en SdeO Comunicación ); para transmitir una imagen de calidad todo debe estar orquestado y en armonía. Por supuesto, lo más importante son los atributos de la empresa que hace el encargo, después una buena imagen corporativa es el envoltorio perfecto para resaltarlos y dar solidez la marca.
En SdeO Comunicación tenemos años de experiencia en este tipo de proyectos, tanto para empresas como para entidades, y estaríamos encantados en acompañarte para afrontar esta tarea que, repetimos, siempre hay que entender como una inversión y no como un gasto. Aquí puedes descargar nuestro dossier y si quieres más información, o que hablemos sobre tu identidad visual, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Jorge Gil, director de arte en SdeO Comunicación y director creativo de ejg design